Alah es mi Dios, al igual que Shiva. Krhisna es mi Señor, al igual que Yavhe. Buda es mi Guia y Cristo mi pastor...Junto a Confucio procuro ser uno con el Tao y desde el cielo, el amontonador de nubes Zeus, junto con la gran diosa Amateratsu se resignan a lo que el Destino me tiene preparado, y a la espera de lo que decidan las Parcas tengo que decir: Que soy ciudadano del mundo y que tan solo existe una distinción verdadera: "personas buenas y malas personas". En el momento que inventamos la tercera persona del plural comenzó nuestra catastrofe. Concentrémonos en nuestras semejanzas para superar nuestras diferencias...para no ceder a la hecatombe.
Francisco Javier Cabrera Torres
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1 comentario:
Grande Cabrita
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